Lugares de memoria y cultura

Lugares de memoria y cultura
 

Museo del Santuario de Fátima

El Museo del Santuario de Fátima fue creado por D. José Alves Correia da Silva, en 1955, por la carta Museo-Biblioteca del Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, con el objetivo de conservar «los restos de un pasado que comenza(ba) siendo remoto» y de reunir un espolio de  inclinación histórico, artístico y etnográfico que pudiese custodiar la memoria de los testimonios de las peregrinaciones internacionales de la Imagen de la Virgen Peregrina y las reliquias relacionadas con la Historia de las Apariciones y de sus protagonistas. Intuyendo lo que eran las exigencias de un museo, la carta habla de los conceptos de inventario, de exposición y de sistema de depósito.

Aunque nunca funcionase en un edificio auntónomo, el Museo del Santuario procuró siempre cumplir las potestades que la moderna museología exige a las instituciones museológicas: inventariado, estudio de las colecciones, conservación, exposición y divulgación. En efecto, de forma más empírica o de forma más sistemática, el Santuario ha enviado esfuerzos para que se cumpla ese designio, a fin de que los peregrinos puedan tomar contacto con algunas de las fuentes que subyacen al mensaje de Fátima y con algunas de las producciones culturales que de ella emanan.

Exposición permanente Fátima Luz y Paz

La exposición permanente Fátima Luz y Paz abrió sus puertas en agosto de 2002 y está patente al público en el edificio de la Rectoria del Santuario de Fátima, en el conjunto arquitectónico de la casa de Retiros de Nossa Senhora das Dores.

En Fátima Luz y Paz se expone, de forma permanente, parte del espolio del Museo del Santuario. El camino museológico, concebido por Maria Teresa Gomes Ferreira, y la museografía, proyectada por Cruz de Carvalho, pretenden encuadrar al visitante en el núcleo del mensaje de Fátima, colocándolo ante la llamada fija en el camino: "de la guerra a la paz", "de las tinieblas hacia la luz".

De entre los objetos allí musealizados pueden relevarse, de la Colección de Joyería, la corona preciosa de Nuestra Señora de Fátima, donde se encuentra la bala que atravesó a Juan Pablo II, y varios objetos litúrgicos. Pertenece a la Colección de Escultura la pieza más antigua de la exposición, un Cristo indio-portugés fechado del siglo XVII. De la Colección Textil, se exponen diferentes cánones rigurosos asociados a las peregrinaciones de los papas al Santuario de Fátima, pero también algunos elementos de trajes regionales o unidos a ritos de orden religioso y a testigos de identificación social o profesional. Especial reflejo de la devoción de los peregrinos a Nuestra Señora es la colección de Joyería, constituída por piezas de ornamentación personal, mayormente de oro. Muchos otros objetos que allí se encuentran, como los tradicionales "exvotos" materializados en fotografías, en piezas de cera, en velas, en miniaturas de embarcaciones, etc.

Casa-Museo de Aljustrel

La Casa-Museo de Aljustrel se encuentra junto a la casa natal de Lucía, en el poblado de Aljustrel, a casi 2 kilómetros del Santuario de Fátima. Primer núcleo museológico permanente del Santuario, fue inaugurada el 19 de agosto de 1992 y está instalada en la antigua residencia de Maria Rosa, madrina de bautismo de Lucía. Ahí se pueden observar cuatro núcleos que ayudan a entender la vida cotidiana en la época de las apariciones. El discurso expositivo fue  responsabilidad de Joaquim Roque Abrantes, Manuel Serafim Pinto y Maria Palmira Carvalho, que tomaron como punto de partida para tal tarea el espolio reunido años antes por Francisco Pereira de Oliveira.

Casa de Francisco y de Jacinta

Situada a casi 2 kilómetros del Santuario de Fátima, en el pueblo de Aljustrel, esta fue la casa en la que nacieron los Beatos Francisco y Jacinta, los dos hijos más jovenes de la familia Marto.

La casa, que dista cerca de 200 metros de la de Lucía, fue adquirida por el Santuario en noviembre de 1996, siendo posteriormente reconstruída.

Casa de Lucía

La casa en la que nació y vivió Lucía de Jesús, la más joven de seis hermanos, se localiza en Aljustrel, a cerca de 2 kilómetros del Santuario de Fátima. Ahí se efectuaron los primeros interrogatorios a los videntes, y en su patio existen aún las higueras a la sombra de las cuales los tres niños pastores saltaban y se escondían cuando eran buscados por curiosos o peregrinos.

En 1981, la Hermana Lucía ofreció la casa al santuario, que de ella tomó posesión apenas en 1986. El espacio envolvente de la casa fue dispuesto y en su patio se construyó un nuevo Puesto de Acogida e Información, inaugurado en agosto de 1994.