23 de noviembre, 2009
Cinco años después de la edición de “Cánticos Marianos del Santuario de Fátima” (12.10.2004), edición ya reeditada, el Santuario de Fátima presenta un nuevo trabajo musical, disponible para la venta en la Librería del Santuario de Fátima. Da voz a este CD, titulado “Yo vi la ciudad santa”, el coro del Santuario de Fátima, reforzado, tal como sucede en las peregrinaciones marianas, con algunos elementos de los grupos corales Parroquial de Alburitel y Nª Sª de la Piedad de Ourem. Al órgano Nicolás Roger. El Padre Artur Oliveira, capellán responsable por la sección de Musica Sacra del Santuario de Fátima, y director de este proyecto, lo explica de esta forma: “El Año Litúrgico está ordenado para la vivencia de los misterios más profundos de nuestra fe. Desde el Bautismo a la Parusía es largo el camino que nos lleva al encuentro de Dios. La secuencia de los tiempos litúrgicos es la imagen de la Iglesia Peregrina que camina en la tierra, viviendo las alegrías y las tristezas de esta vida, y nos hace contemplar los misterios de nuestra salvación. Fue la idea primaria de este CD. De todo lo que el Coro del Santuario realiza a lo largo del año, siguiendo la Liturgia, cada canto es grito de esperanza. El Año Litúrgico es así la primera referencia. Una segunda se une: los momentos de la Eucaristía. Termina con una referencia última, relativa a nuestra finalidad como coro: las grandes peregrinaciones del Santuario de Nuestra Señora de Fátima. Usamos las palabras siempre actuales, todos los días cantadas en este Santuario, dejadas por el lema del Papa Juan Pablo II, tan devoto de Fátima: Totus tuus, María. Le llamamos: Yo vi la ciudad santa… Nunca podremos olvidar nuestra participación en la inauguración de la Iglesia de la Santísima Trinidad. El primer cántico que cantamos entre aquella paredes majestuosas fue el cántico que el panel nos sugiere: la ciudad santa… Este trabajo, ahora vuelto dádiva al pueblo de Dios que acude a Fátima, es señal del esfuerzo individual de cada uno de los moralistas que, de lejos y de cerca, desprendidamente y semana a semana (algunos en las peregrinaciones mayores) dicen su sí generoso a las celebraciones de la fe que tienen en el canto su expresión máxima solemne. A todos un sincero agradecimiento por la constancia, buena voluntad y abnegación. Es lo que queremos ofrecer, en la conciencia de nuestras grandes limitaciones”. |