13 de junio, 2010
“La fe de los cristianos quedó más fuerte” Un mes después de la presencia del Santo Padre Benedicto XVI en Portugal, el Santuario de Fátima recuerda el momento como “un acontecimiento memorable”, en las palabras del rector de la institución. En la edición del 13 de junio del periódico “Voz da Fátima”, publicación informativa oficial del Santuario de Fátima (en portugués), el Padre Virgilio Antunes describe, en editorial, que en esta visita “los portugueses supieron recibir muy bien, manifestaron una amistad sincera, se unieron instituciones de carácter bien diferente, y el resultado fue muy bueno”. En un momento difícil para la Iglesia portuguesa, en el análisis del rector, esta fue una oportunidad única. “La Iglesia en Portugal tuvo en esta visita una oportunidad única para iniciar un proceso de rasgar caminos nuevos, en la fidelidad al Evangelio y en la renovación de sus estructuras”. La presencia del Sumo Pontífice en Portugal dio al país una gran visibilidad. “La comunicación social que vino en peso, habló del país por otros motivos que no fueron los problemas económico-financieros o la crisis instaurada. Se habló de un país de gente buena, que acude, celebra, canta la vida y se alegra. En esta visita, Portugal fue para el mundo un mensaje de esperanza, saliendo de un anonimato prejudicial. Un pueblo pequeño y de débiles recursos materiales manifestó, de nuevo, ser un enorme potencial de recursos humanos, morales y espirituales, al final los únicos capaces de rehacer la esperanza en el futuro”, considera el rector. Concretamente sobre el Papa peregrino, el Padre Virgilio Antunes dijo que la presencia de Benedicto XVI en Cova de Iria, entre los días 12 y 14 de mayo, se reveló de “una belleza y de una conmoción mayores” y que el mensaje de Fátima encontró en Benedicto XVI “un gran mensajero, en cuanto profecía para la Iglesia y para el mundo de nuestro tiempo”. “Su presencia y su palabra los hizo sentir (a los cristianos) más tranquilos en cuanto creyentes, en un mundo que hace campaña por la desconfianza; su sonrisa y sus gestos de acogimiento dieron a la fe cristiana un rostro más feliz; su testimonio de seguimiento de Jesucristo mostró que no estamos equivocados. La fe de los cristianos quedó más fuerte”. “El Santuario de Fátima agradece a Dios el don de esta visita y la gracia de acoger a Benedicto XVI como peregrino. Agradece igualmente a todos los que colaboraron en su preparación y realización –funcionarios, voluntarios, entidades públicas y privadas- en una alegría y en un espíritu de servicio memorables”, concluyó el P. Virgilio Antunes. |