Miles de niños en Fátima rezan y sueñan por un mundo mejor

Miles de niños en Fátima rezan y sueñan por un mundo mejor

El obispo auxiliar de Oporto presidió la Peregrinación de los Niños. Entre los diversos mensajes que transmitió, agradeció a los más jóvenes por “ser escuela de oración” en los diversos contextos en los que se mueven.

En la mañana del 10 de junio, una enorme mancha de color llenó el Recinto de Oración del Santuario de Fátima. Sombreros de todos los colores cubrieron las cabezas y rostros de más de 20 mil niños y niñas que, como parte de grupos de catequesis o en compañía de sus familias, participaron en la Peregrinación de los Niños.

“Me siento pequeño en este gran Santuario, en esta gran peregrinación en la que nos encontramos aquí”, comenzó diciendo D. Roberto Rosmaninho Mariz, obispo auxiliar de Oporto, a quien le correspondió presidir la celebración.

En las gradas del Altar del Recinto, dirigiéndose especialmente a los más jóvenes, se aseguró de que todos reconocieran lo que los había llevado a ese lugar.

“Niños y niñas, vinimos aquí a un campo de fútbol… No… Vinimos aquí a una playa… Vinimos aquí a una escuela. Todo esto tiene su lugar y es importante, pero vinimos aquí a un lugar sagrado, al Santuario de Nuestra Señora de Fátima”, dijo, para luego resumir lo que los unió en Cova da Iria: “vinimos aquí para rezar”.

Y para que no quede duda de lo que significa rezar, D. Roberto Mariz dejó una pequeña comparación. “Cuando un amigo nuestro pide hablar con cada uno de nosotros, ¿es mejor hablar con esa persona junto a ella o a lo lejos? Ciertamente, mejor junto a esa persona que es nuestra amiga. Ahora bien, esto es lo que sucede aquí, alguien que es muy buen amigo nuestro, alguien que es amigo por excelencia –Jesús– nos pidió hablar con él, que lo escuchemos y dialoguemos con él”.

El presidente de la celebración recordó que ese fue la petición hecha en Fátima hace muchos años. “¿Quién se apareció a los tres Pastorcitos?”, preguntó. Y cuando de los presentes recibieron la respuesta “María, Señora Nuestra”, D. Roberto Mariz recordó que, ante ella, también se apareció el Ángel y pidió: “Orad Conmigo”.

La petición del Ángel, que marca el tono de la Peregrinación de los Niños de este año, le llevó a sostener que “no hay relación con Dios sin oración, sin rezar”. Por ello, agradeció a los niños “por ser escuela de oración en las parroquias, en las familias, en otros ámbitos educativos”.

En una homilía más breve e informal de lo habitual, D. Roberto Mariz tomó prestada una expresión que había oído recientemente: “soñador practicante”. “Rezar la oración en intimidad con Dios debe ayudarnos a soñar el mundo como lo pidió Nuestra Señora”, afirmó. Y dejó a la asamblea con el desafío: “Que seamos, por la fe, soñadores de un mundo nuevo, que ponemos en práctica y que construimos”.

No faltó la sorpresa  

Como es habitual, la Peregrinación de los Niños contó con una sorpresa. Manteniendo la conexión con el tema de este año, “fue distribuido un pequeño libro de oraciones para ayudarles a rezar”, describió el rector del Santuario de Fátima, padre Carlos Cabecinhas.

En el pequeño libro, los niños encuentran ayuda para rezar el Rosario, la oración que Nuestra Señora pedía a los Pastorcitos. También encuentran oraciones creadas por otros niños, para rezar por la mañana, por la noche antes de acostarse, antes de las comidas e incluso cuando visitan a alguien que está enfermo. “Todo ello con un solo objetivo: ayudar a rezar. ¿Vamos a intentar rezar más y mejor?”, invitó el rector del Santuario.

La distribución de la sorpresa fue el colofón a una peregrinación que comenzó temprano. A las 9:00, en la Capilla de las Apariciones, los niños entregaron las flores que trajeron y, a las 9:30, en la Basílica de la Santísima Trinidad, asistieron a la representación de las Apariciones del Ángel a los Pastorcitos, por estudiantes del Colegio de S. Miguel. Siguió el Rosario en la Capilla de las Apariciones y, a las 11 horas, comenzó la Misa en el Recinto de Oración. La celebración finalizó con la Procesión del Adeus.

A la Peregrinación de los Niños asistieron 80 sacerdotes, dos obispos y 120 mil participantes, de los cuales 20 mil eran niños.

Además del obispo auxiliar de Oporto y del rector del Santuario, participaron también en la celebración D. José Ornelas, obispo de Leiria-Fátima, el padre José Batista, como comentarista y animador de la asamblea, y el padre Francisco Pereira, como maestro de la celebración litúrgica.