13 de septiembre, 2017
Fátima es una invitación a la capacidad de resistencia de los cristianos, dijo Cardenal Mauro PiacenzaPresidente de la Peregrinación Internacional Aniversaria de septiembre desafía a cristianos a no desistir delante de las adversidades
El penitenciario-mayor de la Santa Sede, que presidió la Peregrinación Internacional Aniversaria de Septiembre, desafió a los cristianos a resistir a las tentaciones mundanas y a ser una voz “contracorriente” y “profética” en una Europa “cansada y vieja”. En la homilía que profirió durante la Misa Internacional en el Recinto de Oración, concelebrada por dos cardenales, 28 obispos y 570 sacerdotes, el cardenal Mauro Piacenza subrayó que Nuestra Señora dejó en Fátima un 'mandato' para los cristianos que todos los peregrinos que aquí vienen acaban aceptando a través de su consagración a su Inmaculado Corazón. “¡Cumplir la voluntad de Dios, discernir las señales de los tiempos, significa, para nosotros, hoy, aquí en Fátima, resistir! ¡Resistir con la fuerza de la fe y de la caridad!”, dijo. “María nos invita a ser profetas”, enfatizó el cardenal, denunciando algunos de los problemas del mundo de hoy, de entre los cuales destacó el “ataque” a la familia. “Este violento ataque a la familia es sin precedentes en la historia, tanto desde un punto de vista cultural como bajo el aspecto jurídico”, y se cumple, según el cardenal genovés, en la “destrucción del hombre, ahogándolo en la cultura de la muerte” y en la destrucción “del lugar en el que la vida vibra, se comunica y se educa: la familia”. “Estamos convencidos de que nada es más profético, más moderno, más anticonformista de lo que es defender la vida, la educación, reconociendo que ellas constituyen hoy una verdadera emergencia” adelanta el penitenciario-mayor de la Santa Sede. “¡Un día, el mundo ha de agradecer a la Iglesia por haber defendido sin temores ni compromisos la vida y la familia, y con ellas, la civilización!”, dijo. El cardenal terminó la homilía desafiando a los peregrinos presentes -cerca de 160 grupos inscritos, oriundos de 35 paises- a consagrarse al Inmaculado Corazón de María en la esperanza, de que el mundo pueda ser “¡preservado de la corrupción, de las calamidades, de la violencia y de las guerras!”. “Aquí en este lugar, (Nuestra Señora) quiso no solamente invitar a los hombres a la oración, a la penitencia y a la conversión, sino también a prepararlos para el futuro, profetizando e indicando las luchas y las carreras, las cruces y las batallas que son llamadas a cumplir las almas y, con ellas, la propia Iglesia, que vive en las almas”, concluyó. La celebración de septiembre tuvo como tema 'Madre de la Iglesia, ruega por nosotros' y contó con la participación, entre otras, de dos grandes peregrinaciones: la peregrinación nacional de la República Checa, acompañada por el cardenal Dominik Duka, presidente de la Conferencia Episcopal local, que al final de la celebración del 13 de septiembre va a recibir solemnemente una Imagen Peregrina de Nuestra Señora de Fátima. La otra gran peregrinación es la de la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), que este año del centenario celebra el 50º aniversario de su consagración a Nuestra Señora de Fátima. |
