25 de marzo, 2020
"En esta singular hora de sufrimiento, acoge a los que perecen, da aliento a los que a Ti se consagran y renueva el universo y la humanidad"La consagración abrazó a 22 países cuyos obispos se unieron a los prelados portugueses y españoles
El cardenal D. António Marto presidió hoy, en Fátima, la celebración de la consagración de Portugal y de España al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, pidiendo su auxilio y protección en el momento de tribulación que vivimos actualmente. En este dia solemne, en el que la Iglesia celebra la Anunciación a María de que ella sería la Madre de Jesús, los obispos portugueses y españoles pidieron Su intercesión por las “víctimas directas e indirectas” de la pandemia que nos afecta; por los “profesionales de la salud, incansables en sus esfuerzos por socorrer a los enfermos”; por las “autoridades, en su esfuerzo para encontrar soluciones” y por “todos nosotros y por nuestras familias”. “La Iglesia que peregrina sobre la tierra en Portugal y España -naciones que son Tuyas- mira para Tu costado abierto, que es su fuente de salvación, y Te suplica: en esta singular hora de sufrimiento, asiste a Tu Iglesia, inspira a los gobernantes de las naciones, escucha a los pobres y a los afligidos, enaltece a los humildes y a los oprimidos, sana a los enfermos y a los pecadores, levanta a los abatidos y a los desanimados, libera a los cautivos y prisioneros y líbranos de la pandemia que nos afecta” dice el cardenal D. António Marto en la oración de consagración de los dos países, a la cual se unieron también Albania, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Cuba, Eslovaquia, Guatemala, Hungría, India, México, Moldavia, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Kenia, República Dominicana, Rumanía y Timor Oriental, muchos de ellos íntimamente ligados a Fátima y a su Mensaje. Al Corazón de Jesucristo, “médico de las almas”, D. António Marto pidió un “abrazo” de amparo y consuelo para “los niños, los ancianos y los más vulnerables, los médicos, los enfermeros, los profesionales de la salud y los voluntarios cuidadores”, pidiendo igualmente por el refuerzo “en la ciudadanía y en la solidaridad”. En la oración, arrodillado delante de la imagen de Nuestra Señora de Fátima que se venera en la Capilla de las Apariciones y que hoy estuvo en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima para esta ocasión, el Cardenal portugués invocó a los Santos Pastorcitos, aquí sepultados, también ellos víctimas de una pandemia. Especialmente Santa Jacinta, de quien celebramos el centenario de su muerte, que experimentó la soledad del hospital en sus últimos momentos de vida. “Al consagrarse a Tu Sagrado Corazón, la Iglesia se entrega a la protección del Corazón Inmaculado de María, configurado por la luz de Tu pascua y aquí revelado a tres niños como refugio y camino que conduce a Tu Corazón. Sea Santa María Virgen, Nuestra Señora del Rosario de Fátima, la Salud de los Enfermos y el Refugio de Tus discípulos nacidos junto a la Cruz de Tu amor”, prosiguió D. António Marto. La oración terminó con una petición: “en esta singular hora de sufrimiento, acoge a los que perecen, da aliento a los que a Ti se consagran y renueva el universo y la humanidad. Amén”. El rosario fue recitado en portugués, español, inglés y polaco, y todas las diócesis portuguesas y españolas, particularmente, estuvieron unidas en la oración del rosario por las intenciones de todo el mundo. Aunque la consagración había sido preparada para los dos países ibéricos, en estos últimos días 22 conferencias episcopales más de todos los continentes se unieron, así como numerosos fieles de todo el mundo, a esta oración de Fátima, transmitida en directo por innumerables canales de televisión, en señal abierta o por cable, radios y canales de internet, en colaboración entre el Santuario de Fátima y TV Canção Nova. Sólo en el canal You Tube del Santuario de Fátima fue seguida en directo y de modo permanente por 49 mil suscriptores. La iniciativa portuguesa surgió de una petición, hecha por un conjunto de laicos que reunió millares de firmas, dirigida al presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa, que después consultó a todos los obispos portugueses que estuvieron de acuerdo en la petición, confiando a D. António Marto la proclamación de la oración. El 20 de octubre de 2019, los obispos católicos portugueses consagraron la Iglesia Católica al Sagrado Corazón de Jesús, en Fátima, durante la misa de clausura del Año Misionero, en el Santuario de Fátima, señalando también los 175 años de presencia en Portugal del Apostolado de la Oración. La primera consagración de Portugal al Inmaculado Corazón de María aconteció el 13 de mayo de 1931, ocho meses después del reconocimiento oficial de las apariciones por el obispo de Leiría, al final de la primera peregrinación nacional del episcopado portugués a Fátima. Recuérdese que hace hoy 36 años que el Papa San Juan Pablo II consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María, delante de la imagen de la primera escultura de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, que se venera en la Capilla de las Apariciones (y que este año cumple el centésimo aniversario) y que se desplazó al Vaticano en esa ocasión realizando su séptima salida de Cova de Iría. El Pontífice que más veces visitó Fátima, en respuesta a las llamadas del Mensaje de Fátima, decidió hacer un acto de consagración al Inmaculado Corazón de María, en el día 25 de marzo de 1984, un año después de haber iniciado el Año Santo dedicado a la Redención.
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