12 de mayo, 2022
El sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano pide en Fátima la intercesión de Nuestra Señora para "desatar los nudos" y "las noches oscuras de la vida y del mundo""Nos falta el vino de la alegría y del compartir, de la esperanza y del amor", afirma D. Edgar Peña Parra
El Sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, que presidió esta noche la Procesión de las Velas en Fátima, pidió la intercesión de Nuestra Señora por las noches oscuras de la vida y del mundo, lamentando que "en el banquete de la humanidad" falte el "vino de la fraternidad y de la paz". A partir de la liturgia proclamada, que narra el episodio de las Bodas de Caná, el prelado advirtió sobre la necesidad de "una mirada de conjunto sobre nuestra vida y el mundo", para discernir cuándo "falta el vino de la fe", cuándo se suman "el fracaso y el cansancio", cuándo "se hacen añicos los sueños", y "se rompen las relaciones y nos asalta la amargura de los conflictos o la soledad". El Prelado reconoció que, en el mundo actual "los egoísmos y los rencores estallan a menudo, como en este (...) tiempo, en la violencia atroz y bárbara de la guerra, donde no hay ni vencedores ni vencidos, sino sólo lágrimas". "Sobre la mesa de nuestro mundo, en el banquete de la humanidad, falta el vino de la fraternidad y de la paz, mientras que los egoísmos y los rencores estallan a menudo, como en este nuestro tiempo, en la violencia atroz y bárbara [inhumana] de la guerra, donde no hay ni vencedores ni vencidos, sino sólo lágrimas como las de la Madre de Dios", y que, como nos recordó el Papa Francisco, "son también un signo del llanto de Dios por las víctimas de la guerra que destruye no sólo a Ucrania; (...) destruye a todos los pueblos implicados en la guerra. ¡Todos! Porque la guerra no sólo destruye al pueblo vencido, no, también destruye al vencedor; destruye incluso a aquellos que la observan, con noticias superficiales, para ver quién es el vencedor, quién es el vencido", afirmó. Reflexionando sobre el sentido de la peregrinación, Mons. Edgar Peña Parra recordó que "esta noche caminamos bajo la mirada amorosa de la Bienaventurada Virgen María para encontrar paz y una nueva luz en nuestros corazones". "Hemos llegado aquí de distintos lugares y cada uno de nosotros trae en su propio corazón la petición de una gracia que desea presentar a la Madre del Señor, pidiéndole que deshaga algunos nudos de nuestra vida... aprovechemos esta noche, consagrada a la oración de tantos hermanos y hermanas que, como nosotros, en esta tierra bendita, tienen la certeza de que la Virgen nos escuchará", dice Mons. Edgar Peña Parra en el inicio de la primera Peregrinación Internacional de Aniversario del año, que marca la primera Aparición de la Virgen, ya sin las restricciones de la pandemia, y con la participación de 114 grupos de 23 países. "Es una peregrinación que simboliza las noches de nuestra vida y del mundo, de aquellas oscuridades que, a veces, nos sorprenden y con las cuales a menudo estamos llamados a enfrentarnos, con la esperanza de que una estrella de lo alto nos muestre el camino", subrayó destacando que esta peregrinación "es también un signo de profunda y renovada confianza en María". "En la intimidad de esta noche, a la Virgen de Fátima, además de la oración constante pidiendo el don de la paz en Ucrania y en el mundo entero, le pedimos que vele sobre la vida de cada sacerdote y consagrado, de cada joven y adolescente, de cada anciano y enfermo, de cada familia y de cada uno de nosotros, bajo su manto y custodie nuestras vidas", aclaró. "Miramos a María Santísima, Reina de la paz y de la vida. Nos encomendamos a ella, para que se convierta en portavoz del clamor de nuestros corazones junto a su Hijo. Escuchemos su tierna voz de Madre que nos invita, también hoy, a hacer aquello que Jesús nos pide. El Santuario de Fátima esta noche presentó una explanada repleta de peregrinos , en un mar de velas que no se veía en Cova de Iría desde octubre de 2019. Más de dos años después, muchos miles de fieles, de todas las edades, participaron en el rezo del Rosario que dio inicio a la peregrinación de mayo al santuario de Cova de Iría y durante la cual, en el primer misterio, se recordó la situación en Ucrania, intención también presente en la Oración Universal de los Fieles. Durante la noche y la madrugada tendrá lugar una vigilia de oración seguida, al final, de la procesión eucarística a las 7 de la mañana del día 13. La peregrinación continúa con el Rosario a las 9 de la mañana y con la Misa Internacional a las 10 de la mañana, con la Bendición de los Enfermos y también de la imagen de la Virgen Peregrina que será ofrecida al Arzobispado Metropolitano Greco-Católico de Lviv, en Ucrania. Este viernes, día 13, también se cumplirá el quinto aniversario de la canonización de los santos Francisco y Jacinta Marto, por el Papa Francisco, en la celebración del Centenario de las Apariciones en Cova de Iría. |