13 de mayo, 2022
El diálogo es el único camino para la paz, afirma arzobispo Edgar Peña Parra“La escucha, hecha de silencio que abre el corazón, ayuda a calmar resentimientos y rencores y a reencontrar el camino de la paz(...) A esto nos invita Fátima”, que apunta a la "bienaventuranza de la fe"
El arzobispo D. Edgar Peña Parra retó esta mañana a los peregrinos de Fátima a transformar la “escucha acogedora de María” en “caridad” en la família, en el trabajo y en la vida cotidiana para superar las “sendas estrechas de la historia contemporánea”, marcada por tantos conflictos, que “sólo el diálogo” permite superar. El prelado, que es diplomático de carrera, advirtió de la necesidad de un diálogo constructivo basado en la escucha como forma de superar los conflictos. "Decimos y propagamos muchas palabras, movidos por la prisa de decir o hacer siempre algo, olvidándonos de acudir con calma a la fuente de la vida y de la paz (...) Incluso a nivel internacional, pensemos en lo importante que sería escuchar las razones del otro y dar prioridad al diálogo y a la negociación, únicos caminos para una paz estable y duradera, en lugar de emprender acciones inspiradas en la búsqueda codiciosa y apresurada de los propios intereses", afirmó en su homilía de la Misa Internacional con la que concluye la peregrinación de mayo. Los participantes en la celebración rezan hoy "por la paz en el mundo, especialmente por las víctimas del conflicto en Ucrania, para que el Señor abra los corazones de los responsables políticos y los lleve al discernimiento de que sólo en la paz es posible ser todos hermanos". "La escucha, hecha de silencio que abre el corazón, ayuda a calmar resentimientos y rencores y a reencontrar el camino de la paz", dijo. "A esto nos invita Fátima", afirmó, subrayando que estar en Fátima "significa sobre todo responder a una llamada a la oración, para poner en el Inmaculado Corazón el mundo herido y desgarrado por la falta de paz". "Hoy tenemos la tentación de gestionar todo, incluida la fe, según las inestables emociones del momento. Por el contrario, María nos enseña que es necesario actuar y perseverar", dijo el sustituto de la Secretaría de Estado. Ante los miles de participantes en la celebración que volvió a llenar el Recinto de Oración por segundo día, el Prelado advirtió del peligro de "un activismo estéril que no deje la primacía a Dios, a la oración, a la contemplación". "La Virgen María, que puso en primer lugar la escucha de la Palabra, vino a Fátima para recordarnos lo esencial, invitándonos a la conversión, a poner a Dios antes que a nosotros mismos", dijo, explicando la nefasta devaluación de la escucha "en la familia, en el trabajo, en la vida cotidiana". "La escucha, hecha de silencio que abre el corazón, ayuda a calmar resentimientos y rencores y a reencontrar el camino de la paz", dijo. "Queridos hermanos y hermanas, estar aquí el 13 [trece] de mayo significa también desear que el mensaje de Fátima no sea sólo algo relevante desde el punto de vista religioso e histórico, sino que se traduzca en la práctica, personalmente, en nuestra vida cotidiana", añadió al subrayar que todos estamos invitados a ser sus colaboradores. "La Virgen busca hijos que recen, amen y se ofrezcan por los pecadores, por la paz y por la conversión, la nuestra y la de muchos de nuestros hermanos y hermanas que no creen, no adoran, no esperan ni aman (...) Nuestra Señora busca la conversión personal, busca quien se sacrifique y rece por los demás. Nos recuerda nuestra responsabilidad como creyentes. Nos ayuda a descubrir la maravilla de una fe que renace en la escucha y crece en la perseverancia, en la caridad esforzada, en el ofrecimiento alegre de la vida, en la concreción del anuncio", aclaró. "Muchos aman el silencio que se respira en Fátima. Es el silencio de la escucha, la puerta de la fe: amarlo y custodiarlo día a día es una gracia que debemos pedir a Nuestra Señora", afirmó, señalando además que Fátima apunta a la "bienaventuranza de la fe". "Imitémosla también en esto: sintamos cerca de nosotros -como si se nos estuviesen confiadas por la Providencia- a todas aquellas personas que aún no han experimentado el encuentro vivo con Jesucristo”. D. Edgar Peña Parra invitó a los peregrinos a "no tener miedo a tomar en serio sus vidas y a ser testigos, con cercanía y ternura, de la belleza del rostro de Dios". "Por el Bautismo, cada uno de nosotros está llamado a ser anunciador, misionero, allí donde vive y trabaja", dijo, aclarando que "con la medida con que difundimos la alegría del Señor, podemos medir la temperatura de nuestra fe, la excelencia de nuestra escucha, la fidelidad en llevar a la práctica la Palabra". El prelado también dijo una palabra sobre la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Portugal el próximo año, y cuyo tema es: "María se levantó y se puso en camino deprisa" (Lc 1,39). "Queridos peregrinos de Fátima, levantémonos y pongámonos en camino deprisa al encuentro de los que nos rodean: soñemos con ellos y, con la ayuda de Dios, no nos cansemos nunca de construir una Iglesia de rostro joven y hermoso, que brilla cuando es misionera, acogedora, libre, fiel, pobre en medios y rica en amor". El Sustituto de la Secretaría de Estado también agradeció la invitación para presidir esta primera peregrinación después de dos años de pandemia, ya sin restricciones, y dejó "el saludo y la bendición del Santo Padre, especialmente a esta Diócesis y a esta Ciudad, que se alegran hoy en la Solemnidad del 13 de mayo, después de dos años de limitaciones impuestas por la pandemia". "Quisiera dirigir un pensamiento especial a los Pastores y a las poblaciones de lengua portuguesa esparcidas por el mundo: que la Santísima Virgen siga protegiendo a Portugal, guarde a Brasil, bendiga a Angola, sostenga a Mozambique, acompañe el camino de Timor Oriental, Guinea-Bissau, Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe", concluyó. En esta Misa Internacional participaron dos cardenales, 28 obispos y 318 sacerdotes, procedentes de los más diversos lugares, muchos de ellos acudieron a Cova de Iría acompañando a alguno de los 124 grupos de peregrinos de más de 20 nacionalidades que se inscribieron en los servicios del Santuario. En este día 13 de mayo, en el que se conmemora la primera Aparición de la Virgen de Fátima, también se recordó el quinto aniversario de la canonización de los santos Francisco y Jacinta Marto, por parte del Papa Francisco con motivo del centenario de las Apariciones. Al final de la Eucaristía, se bendijo una imagen de la Virgen de Fátima, idéntica a la Virgen Peregrina número 13, que será donada por el Santuario al Arzobispado Metropolitano de Lviv, a donde partirá la próxima semana. El obispo de Leiria-Fátima pronunció el último saludo, en el que pidió el fin de la guerra que golpea “a Ucrania con ferocidad trágica y destructiva". |