Cova de Iria volvió a llenarse de peregrinos de medio palmo para la Peregrinación de los Niños

Cova de Iria volvió a llenarse de peregrinos de medio palmo para la Peregrinación de los Niños 

Obispo Auxiliar de Braga pide a todos los niños que se acuerden que además de una madre en la tierra tiene también una Madre en el Cielo “próxima y amorosa”.”

El Recinto del Santuario de Fátima se llenó de nuevo con miles de 'mensajeros', llegados de la aplastante mayoría de las diócesis del país, que participaron en la Peregrinación de los Niños, para agradecer a Jesús el hecho de tener Madre.

El tema de este año partió de una afirmación del Papa Francisco en Cova de Iria, en 2017 - “¡Tenemos Madre!”.

El obispo auxiliar de Braga, D. Nuno Almeida, que presidió esta peregrinación, utilizando un lenguaje simple, dirigido a los peregrinos de palmo y medio presentes este domingo en Fátima a pesar de la lluvia intensa que acompañó a todas las celebraciones, estableció un paralelismo entre las madres y Nuestra Señora para explicar que Su amor por la humanidad “es un amor próximo y misericordioso”, tal como el amor que una madre tiene por su hijo, desde el momento de la concepción hasta la muerte.

Ella cuida, con amor materno, de los hermanos de su Hijo que, entre peligros y angustias, caminan aún en la tierra, hasta llegar a la patria bienaventurada”, se refirió el prelado.

“Nuestra Señora, hace cien años, apareció a los Pastorcitos Lucía, Francisco y Jacinta, aquí en Fátima, para conducir a todos a Dios, cubriéndonos con su manto de luz, de misericordia y compasión,  afirmó D. Nuno Almeida, destacando que “Ella continúa próxima y nos acompaña con su amor de madre”.

Por eso, “cuando rezamos el Ave María dejamos que su caricia nos toque y que su mirada vuelva nuestra mirada hacia Jesús”.

El prelado desafió a los niños a rezar a Nuestra Señora y a hacer como los pastorcitos que rezaban el rosario todos los días por la conversión de los hombres, en particular los “que hieran la dignidad de la vida humana”, “los que contaminen y destruyen el medio ambiente”, los “que, en la política y en los negocios, están descontentos” o los que “en el deporte, hacen trampa y son violentos” y los que “en la Iglesia, viven en la hipocresía y en la indiferencia” afirmó el prelado recordando que Nuestra Señora “lleva a Jesús a todas nuestras oraciones”.

“Procuremos abrir nuestro corazón a Nuestra Señora. Cuando rezamos en silencio, en nuestro cuarto, el Ave María; cuando rezamos el rosario con nuestra familia, en nuestra parroquia o movimiento, podemos tener la seguridad que de Nuestra Señora está con nosotros y queda feliz cuando hablamos y confiamos en ella”. El prelado invitó a los niños a repetir: “¡Tengo un lugar especial en el corazón de Nuestra Señora!”.

El prelado pidió, también, una oración para todas las madres.

“Queremos, hoy y siempre, rezar con amor y gratitud por nuestras madres de la tierra que cuidan de nosotros con ternura, nos acompañan siempre, saben lo que nos hace falta y nos protegen. ¡Luego, a la noche, al llegar a casa, iremos a abrazar y besar a nuestras madres y agradecerles su amor!”. Y como la oración del rosario fue una de las peticiones dejadas por Nuestra Señora a los Pastorcitos, D. Nuno Almeida incentivó a los niños a, también ellos, tener siempre presente esta oración.

35 mil cartas distribuidas por los niños

Durante la Eucaristía, concelebrada por seis obispos y por 61 sacerdotes, hubo una pequeña puesta en escena, durante la liturgia de la palabra, en la que un cartero trajo cuatro veces una carta al altar. Paralelamente los niños pudieron depositar en los diferentes puntos de correo, colocados en el medio del Recinto las postales originales, con un diseño y una leyenda, que elaboraron durante el mes de mayo.

La Peregrinación recreó así la idea del “Correo a Nuestra Señora” tal como existe en el Santuario de Fátima, destacando en la Capelinha donde cada peregrino puede dejar un mensaje a la Señora del Rosario de Fátima.

Por eso, también la ofrenda entregada a los niños fue una carta, dirigida a cada uno de ellos, conteniendo en el interior un oratorio de cartón. El oratorio reproduce la imagen de la Capelinha y dentro tiene la imagen de Nuestra Señora flanqueada de las imágenes oficiales de los Santos Francisco y Jacinta Marto. En los lados del tríptico están un mensaje de Nuestra Señora a los niños recordándoles la importancia de la oración, y subrayando que “rezar es hablar con nuestro Dios que están en los Cielos, nunca se olviden de estar con El”.

Una peregrinación que unió a niños y familias

Además de los innumerables niños llegados de la generalidad de las diócesis portuguesas, incluyendo regiones Autónomas, se inscribieron en el Santuario de Fátima 25 grupos oriundos de Portugal, Polonia, España, Italia, Alemania e Irlanda, en un total de cerca de 150 mil peregrinos.

"¡Vosotros sois la fiesta, sois un espectáculo!”

Al final de la celebración, D. António Marto, obispo de la diócesis de Leiria-Fátima demostró la “gran alegría” que sintió al ver todos los niños reunidos en torno de la “Madre Celeste” como “familia”. “Me gustaría poder saludar a cada uno de vosotros, pero como eso es imposible, os abrazo a todos desde aquí con un saludo, porque todos tenéis un lugar especial en mi corazón”, reiteró.

El prelado pidió a todos los niños que repitiesen la frase: “Yo tengo un lugar especial en el corazón de Nuestra Señora, mi madre”.

D. António dio las felicitaciones a los “amiguitos y amiguitas que aguantaron la lluvia, el frío, y no permitieron que nada estropee esta fiesta ¡Vosotros sois la fiesta, sois un espectáculo!”.

“Lleváis un oratorio, prométanme que no se van a olvidan de rezar por la paz en las familias y por la paz en el mundo”, pidió también.

Al final, el presidente de la celebración, D. Nuno Almeida, pidió un aplauso para el obispo de la diócesis de Leiria-Fátima, recientemente nombrado Cardenal por el Papa Francisco.