12 de julio, 2017
Comenzó en Fátima la tercera Peregrinación Internacional Aniversaria del CentenarioArzobispo de Moscú recuerda que peregrinar tiene una subyacente intención de conversión
El arzobispo de Moscú, D.Paolo Pezzi, que preside la Misa de la peregrinación internacional aniversaria del día 13 de julio, afirmó esta tarde en Fátima que los peregrinos “no son vagabundos” y tienen un deseo intrínseco de convertirse. En la apertura de la Peregrinación Internacional Aniversaria de julio, que evoca la tercera aparición de Nuestra Señora a los Pastorcitos, en la cual, según su testimonio, habló de la necesidad de la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados, el prelado de lengua rusa recordó que esta peregrinación “tiene un significado particular” porque sucede en el centenario de las apariciones y aquí en Fátima, Nuestra Señora habló a los pastorcitos anunciándoles las maravillas de Dios. “Cada uno de nosotros tiene una imagen de Nuestra Señora que le es más querida, y que trae siempre consigo. Pienso, hoy, de una manera particular, en la imagen de Nuestra Señora de Fátima, en la cual encuentro una síntesis de la belleza de la creación y una sonrisa llena de ternura para conmigo, pecador”, se refirió D. Paolo Pezzi, que está en Fátima acompañado de seis obispos católicos de lengua rusa, el administrador apostólico del Turkmenistán y cerca de 80 peregrinos, 45 de los cuales son jóvenes, oriundos de varios países como Bielorrusia, Cazajistán y Turkmenistán. “Estamos aquí como peregrinos, y los peregrinos saben bien hacia donde van, a quien se dirigen. No somos vagabundos sin una meta en esta tierra, pero peregrinos, hijos de Dios camino del Reino de los Cielos”, añadió. “Nos sentimos hijos, en una relación humilde y segura con Dios, y ponernos en camino, son los señales del verdadero peregrino. Y cada peregrino, como el publicano en el templo, sabe que aún no está preparado, sabe que es pecador, sabe que tiene necesidad de la misericordia, de la ternura, del perdón de Dios”, prosiguió. “La respuesta del peregrino es un rio de amor ilimitado, como podemos contemplar en los pastorcitos de Fátima, recientemente canonizados: por su amor sin reservas, por haber acogido en la simplicidad de sus corazones el amor de Dios que se derramaba en sus corazones a través de la Señora del Rosario”, destacó D.Paolo Pezzi. El arzobispo de Moscú habló, por otro lado, de la importancia del Rosario. “El rosario es la compañía del peregrino, su apoyo a lo largo de todo el camino. A través del rosario nos vamos identificando paulatinamente, paso a paso, misterio tras misterio a la vida de Jesús y de María, al misterio de la salvación”, afirmó. “Y de esta forma, descubrimos toda la belleza, la atracción, el gusto por una vida de santidad. La oración del Rosario nos hace desear ser como Jesús y María, estar con ellos, caminar con ellos, ofrecer nuestras vidas como Jesús y María las ofrecieron por la salvación del mundo”, concluyó. En declaraciones a la Sala de Prensa del Santuario, el arzobispo de Moscú se refirió, también, que esta peregrinación “es muy importante para profundizar de manera particular el mensaje de Fátima y llevar ese conocimiento para Rusia”. “Lo que dije, en particular a los jóvenes que nos acompañan, es que estén atentos al mensaje de esperanza para su vida, para la vida de la iglesia y del pueblo ruso en general”, añadió D. Paolo Pezzi. El Obispo de la diócesis de Leiria-Fátima, D. António Marto, saludó a los peregrinos, en particular a los de lengua rusa, cuya presencia subraya “de forma significativa” la unión de Rusia al mensaje de Fátima y el “consuelo” que este mensaje representó para el pueblo ruso durante el periodo que más marcó el ateísmo en la primera mitad del siglo XX. El obispo de Leiria-Fátima recordó los “problemas y dramas del mundo”, en particular las víctimas de la reciente catástrofe de los incendios de Pedrógão Grande. D. António Marto invitó a la oración por la paz en Oriente Medio, sobre todo en Siria, Líbano e Irak. La intervención habló de la “tragedia” de los refugiados y del “sufrimiento de los cristianos perseguidos en el mundo”, que fueron colocados en el corazón de la Virgen María, “madre espiritual de la humanidad”. Además de la peregrinación de los obispos católicos de los países de lengua rusa, que se hacen peregrinos de Fátima en el año del Centenario de las Apariciones, el Santuario de Fátima acogerá a más de 6.300 peregrinos, oriundos de 27 países. Los más numerosos vuelven a ser los italianos, polacos, norteamericanos y los españoles. |