02 de julio, 2024
Casa de Lucía reabre al público y muestra facetas menos conocidas de la vidente de FátimaSituada en Aljustrel, la casa donde nació y pasó su infancia Lucía de Jesús podrá visitarse a partir del 5 de julio.
Un minucioso proceso de recalificación y una nueva museografía transformaron la casa donde nació y vivió Lucía hasta los 14 años, en Aljustrel, Fátima, en un espacio museístico donde peregrinos y visitantes encontrarán, no a Lucía Dorotea ni a Lucía Carmelita, sino a Lucía desde la infancia. Después de un período de cierre por la ejecución de obras, la Casa de la Hermana Lucía reabrió al público el 5 de julio. De acceso gratuito, se puede visitar diariamente, entre las 9:00 y las 12:45 y entre las 14:00 y las 17:45. La casa-museo que ahora se presenta mantiene la configuración de una residencia rural de finales del siglo XIX, principios del siglo XX, siendo visitables los distintos espacios en los que se divide: tres dormitorios, cocina, cuarto de telares, almacén y la casa del horno. La principal diferencia respecto al anterior proyecto de museo, que ya se consideraba “obsoleto”, es lo que Marco Daniel Duarte llama “museología del silencio”. “Al ser una casa museo, lo que tiene que hacer el museólogo es percibir el espacio, profundizar en lo que ese espacio significa y entender el espacio en su diacronía de uso, en el tiempo que ha tenido usos sucesivos”, explica el director del Museo de Santuario de Fátima y coordinador del proyecto del museo. Los trabajos fueron precedidos por una “muy fuerte profundización de las fuentes de información”, con énfasis en “los recuerdos de la propia Hermana Lucía, y también algunas cartas en las que describe, convenientemente, habitación por habitación, lo que existía en cada uno de los espacios”. En la casa, los visitantes son recibidos por la propia Lucía de Jesús, representada a través de la fotografía más famosa de la vidente, tomada en 1917. En las distintas divisiones, las proyecciones multimedia buscan “llevar también su memoria, su voz, una voz quizás silenciosa que los peregrinos están invitados a redescubrir cuando ingresan a este nuevo espacio”, dice Marco Daniel Duarte.
Los elementos del mobiliario de la casa también fueron objeto de restauración, pero la mayor sorpresa estará en la relación entre Lucía y su madre, figura guardiana del espacio. “La madre de Lucía era la catequista del lugar y sabemos que en esta casa había libros. Muchas veces miramos este lugar como un lugar inhóspito, perdido en la montaña, donde no llega la cultura, donde no llegan las letras religiosas y hasta las profanas. De hecho, sabemos que no es así”, afirma Marco Daniel Duarte. En la intervención que ahora se realizó en la casa, la museografía estuvo a cargo del autor del proyecto de recalificación, el arquitecto Humberto Dias, asistido por el ingeniero Luís Andrade, del Departamento de Construcción y Mantenimiento del Santuario de Fátima, y por la conservadora-restauradora Ana Rita Santos, del equipo de Conservación y Restauración del Museo Santuario de Fátima. |