20 de noviembre, 2013
Desde finales de 2010 el Santuario viene recorriendo un camino de preparación y celebración del Centenario de las Apariciones. El itinerario temático que guía la vida del Santuario a lo largo de siete años pretende llevarnos a profundizar los temas más significativos del Mensaje de Fátima, uniéndolos entre si de forma orgánica y coherente. El punto de partida para cada año es una de las apariciones de Nuestra Señora, lo que permite identificar las ideas fundamentales del Mensaje de Fátima, encontrando para cada uno de los siete ciclos anuales un conjunto de propuestas capaces de presentar e iluminar. El año pastoral 2013-2014 va a estar dedicado a la aparición de julio. El tema escogido es: “Envueltos en el amor de Dios por el mundo”. La inspiración para el tema vino de la propia oración que Nuestra Señora enseñó a los Pastorcitos en julio: “Oh Jesús, es por Vuestro Amor...”. Esta aparición es particularmente rica de contenidos y la dificultad mayor fue identificar un aspecto que fuese unificador. Se optó por el “amor de Dios por el mundo” como dimensión que mejor permite abordar los diversos contenidos del Mensaje de Fátima, comunicados en esta aparición. Después de exhortar a los Pastorcitos a rezar el rosario todos los días, Nuestra Señora les dijo: “Sacrificaros por los pecadores y decid muchas veces, en especial siempre que hagáis algún sacrificio: Oh Jesús, es por Vuestro amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”. Esta es una oración de entrega o de ofrecimiento de los sacrificios que se hacen. La oración está dirigida a Jescuristo, porque por nuestros sacrificios es la entrega de Cristo en la cruz por nosotros. Y la oración explicita la motivación de todo el sacrificio que los Pastorcitos hacían: “es por Vuestro amor”. Es en respuesta al amor de Dios, por lo que los pastorcitos hicieron una fuerte experiencia, y por lo que se disponen a hacer sacrificios. Era el amor lo que los motivaba: el amor de Dios, que Nuestra Señora les dió a conocer y a experimentar, y a lo cual procuraban corresponder. La aparición de julio está marcada por otra oración, una jaculatoria, enseñada por Nuestra Señora a los Pastorcitos: “Cuando recéis el rosario, decid, después de cada misterio: Oh Jesús mio, perdónanos, libranos del fuego del infierno; lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las mas necesitadas”. Siguiendo la voluntad expresa de Nuestra Señora, repetimos esta oración después de cada misterio del rosario. Pero una vez más, el que justifica la oración por los pecadores es el amor: el amor de Dios por cada uno de ellos y el amor que cada creyente está invitado a tener por ellos, como respuesta al inmenso amor de Dios. Es en la aparición de julio cuando Nuestra Señora confía a los Pastorcitos el famoso secreto. Ahora, lo que el Secreto nos da a conocer es el inmenso amor de Dios por el mundo; es que nuestra historia no es extraña a Dios que, porque nos ama infinitamente, no deja que ella camine hacia el abismo. Estamos verdaderamente “envueltos en el amor de Dios por el mundo!” Esta temática nos reconduce al centro del mensaje cristiano y al núcleo del Mensaje de Fátima. La revelación de Dios como Amor constituyó verdaderamente la cima del mensaje cristiano. S. Juan lo dice de la siguiente forma: “Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él” (1 Jn 4,16). Pero aquí está también el núcleo fundamental del Mensaje de Fátima, que somos invitados a descubrir el amor de Dios que los Pastorcitos experimentaron de forma tan intensa, que cambió sus vidas; la reparación; la devoción al Inmaculado Corazón de María. El tema del nuevo año pastoral es una invitación, partiendo del Mensaje de Fátima, a tomar conciencia de ese gran amor de Dios por nosotros; pero es también un desafío a vivir concretamente ese amor a Dios y a los hermanos, a imagen de los Pastorcitos. Padre Carlos Cabecinhas, Rector del Santuario 4.º ciclo: 2013-2014 |