26 de marzo, 2009
¡A vuestra protección nos acogemos, Santa Madre de Dios!
La emoción y alegría estaban estampadas en los rostros de los peregrinos que en la mañana del 25 de marzo en Fátima participaron en la renovación de la consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María, precisamente 25 años después del desplazamiento de la Imagen de Nuestra Señora del Rosario de Fátima al Vaticano, a petición del Papa Juan Pablo II, para el acto de Entrega a Nuestra Señora, en unión con los obispos del mundo.
La renovación del Acto de Consagración tuvo lugar en la Capilla de las Apariciones, después de la celebración de la Eucaristía, en la Iglesia de la Santísima Trinidad.
D. Antonio Marto, Obispo de Leiria-Fátima, que presidió, acompañado de D. Serafim Ferreira e Silva, Obispo Emérito de Leiría-Fátima, y de veinte sacerdotes, se volvió para la imagen de Nuestra Señora y, utilizando las mismas palabras que Juan Pablo II dijo en 1984, consagró la humanidad a la Virgen Madre.
A una sola voz, los peregrinos y sacerdotes presentes en la Capelinha se unieron al Obispo de Leiria-Fátima y todos, también de rodillas, rezaron a Nuestra Señora, siguiendo el texto que había sido distribuido al inicio de la mañana en una pequeña hoja evocativa de la efeméride.
“Que se revele, una vez más, en la historia del mundo la infinita potencia salvadora de la Redención:
¡La fuerza infinita del Amor Misericordioso! ¡Que el detenga el mal! ¡Que el transforme la consciencias!
¡Que se manifieste para todos, en Vuestro Corazón Inmaculado, la luz de la Esperanza!”, fueron las palabras finales de la consagración, exactamente las mismas que fueron proferidas en la Plaza de S. Pedro, el 25 de marzo de 1984.
Después de este conmovedor y solemne momento, resonó en el Recinto del Santuario el cántico “Totus tuus, Maria”, el lema de Juan Pablo II: “Todo tuyo, María”.
“Con todo el honor y con todo el gozo, hoy Nuestra Señora me concede poder renovar la consagración del mundo a Su Inmaculado Corazón con las mismas apalabras del amado Papa Juan Pablo II” afirmara D. Antonio Marto momentos antes, durante la Eucaristía, ocasión en la que subrayó la importancia del gesto que se seguiría.
“La razón porque queremos renovar la consagración es en actitud de acción de gracias porque a partir de esa consagración (de 1984) comenzaron a caer los muros y las resistencias al anuncio de la fe cristiana”, dijo.
En la misma homilía, dijo también que la consagración “no es solo llevar las preocupaciones del mundo para el Corazón de la Madre, sino que es colocarnos, nosotros mismos, también en ese corazón, para implicarnos y para recibir de ella sus palabras «Por fin Mi Inmaculado Corazón triunfará»”.
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En Fátima será renovada la consagración al Inmaculado Corazón de María El día 25 de marzo se celebra el 25º aniversario de la consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María, hecha por el Papa Juan Pablo II, en la Plaza de S. Pedro, delante de la Imagen de Nuestra Señora de Fátima y en unión con los obispos del mundo entero. En el Santuario de Fátima este aniversario será celebrado en ambiente de fiesta, con un programa idéntico a los de las peregrinaciones de los días 13 de invierno: 10:00 – Rosario en la capilla de las Apariciones y procesión para la Iglesia de la Santísima Trinidad. 11:00 – Eucaristía en la Iglesia de la Santísima Trinidad y procesión de regreso a la Capelinha. Al final, ya en la Capelinha, se renovará la consagración al Inmaculado Corazón de María. Preside las celebraciones el Obispo de la Diócesis de Leiría-Fátima, D. Antonio Marto. 25 de marzo de 1984 # |